“Ayer vi a una joven, Luna se llamaba. Me pareció muy intrigante en la forma en la que se apegaba al árbol en el que se recargaba y cómo ponía sus manos y las aferraba a la tierra, y luego se le escaparon una que otra lágrima. Tan intrigante me pareció que me acerqué a ella y le pregunté algunas cosas, una de esas preguntas fue: `¿Qué sientes al sentarte en donde estás?´ Ella me respondió con algo tan lindo que fue: `Con compañía´. Ella me explicó que ese árbol fue una abuela suya la cual le leía todas las noches cuando ella se quedaba a dormir a la casa de sus abuelos. Cuando la abuela murió la decidieron enterrar justo donde ella leía.
La obra que les muestro es un producto de mi intriga… Es la joven que lee plácidamente acompañada de su abuela.
Dos semanas después regresé al parque al lugar en donde encontré a Luna y la volví a ver. Leía como siempre pero esta vez tenía una sonrisa enorme pero con un río de lágrimas. Me acerqué y le pregunté si estaba bien. Me contó que su abuelo, el esposo de su abuela que estaba en el árbol había fallecido, por eso estaba triste, pero luego sonrió y dijo que estaba feliz porque lo habían enterrado junto a su abuela y ahora los dos enamorados estaban juntos.”
Grupo “Medianos” 2º a 5º de primaria.